#AlFinDelMundo – DÍA 4

Ayer fue el día con más sorpresas de todos. La verdad es que la cara de la gente al verte llegar con un eléctrico es muy curiosa, y muchas veces esta curiosidad se transforma en amabilidad (otras te mandan a la mierda, pero son pocas 😉 ). En la primera etapa, de Logroño a Elciego, acabé estirado en una cama donde se había estirado Angelina Jolie… unos meses atrás. ¡Fue el único momento del viaje en el que hubiese preferido que una carga rápida se transformara en una carga lenta!. Al acabar la carga tocó seguir, y avanzamos hasta Haro. 

¿Por qué Haro? Precisamente porque en Haro, un pequeño municipio y no una gran ciudad, existe algo relacionado con el coche eléctrico que no existe en la grandísima mayoría de ciudades del país. Y por culpa de ello estuvimos cerca de dormir en comisaría, aunque finalmente la cosa se solucionó. Y acabamos durmiendo en un hotel. Me muero por contarlo, pero habrá que esperar a verlo en el programa… 

Una de las cosas que empecé a notar ayer es que la maleta que escogí para este viaje es claramente insuficiente, así que además de cargar, al llegar a Bilbao tendré que buscar algún sitio donde lavar la ropa (o alternativamente, oler mal…). Igual pedirle a alguien que me deje sus electrones y también su lavadora es demasiado, así que… ya veremos. 

Aprovecho para compartir algunas imágenes del equipo que está haciendo posible esta aventura y que hará posible también que podamos verla en En el Aire la próxima temporada . Mañana más!