Sobre Pau
Pau Garcia-Mila es un emprendedor en serie y comunicador nacido en Barcelona en 1987. Fundó su primera empresa a los 17 años, que fue posteriormente adquirida por Telefónica. Ha sido nombrado Innovador del Año en 2011 por la publicación del MIT TR-35, y es ganador del premio FPdGI Princesa de Girona.

Pau es también fundador de Ideafoster, consultora especializada en innovación disruptiva que en 2018 fue adquirida por Canvia (empresa del grupo Advent International), y de Founderz, escuela de negocios online no convencional.

En paralelo, habla en conferencias sobre Innovación, Éxito y Fracaso y da clase en ESADE donde es parte del equipo del Master en Digital Business.

Sant Jordi en México

Hoy es un día especial en Catalunya: Sant Jordi. Así como en gran parte del mundo el día de los enamorados es San Valentín, en Catalunya (y que yo sepa, en ninguna otra parte), celebramos Sant Jordi como día del amor. La tradición, para los pocos que no la conocéis, es fácil: se regalan rosas y libros. Sí, ya sé que para ser puristas el chico le regala una rosa a una chica y la chica un libro al chico, pero soy de los que pienso que a nosotros nos gustan las flores y ellas disfrutan leyendo, así que innovamos en las tradiciones e intercambiamos roles.

Pero si hoy hablo de Sant Jordi no es para explicar (otra vez) el cuento del príncipe y el dragón. Que no cunda el pánico. Lo hago porque pienso que es un mundo donde todavía hay mucho camino por recorrer. ¿En qué sentido? Hoy hay en las calles miles de pequeños tenderetes que tratan de vender rosas. La competencia, la oferta y la demanda se encuentran en Catalunya de una forma más visible que nunca. Sí, los precios varían según la hora, se espía lo que hacen los demás… Y lo hacen floristerías pero también ONGs, colegios, grupos scouts, asociaciones y muchas más entidades que ven en la tradición una forma de financiarse, y es muy buena idea. El problema es que hay muchas rosas y no tantos compradores. ¿Cómo venden entonces? ¿Cómo ganan dinero? Ah, la gran pregunta: ¿se puede ser diferente?

En uno de mis viajes a México presenté esta cuestión a un grupo con el que hacía un taller. Después de explicarles Sant Jordi les planteaba un reto: ¿Cómo se puede conseguir vender rosas y diferenciarse de los demás? El objetivo era, con un presupuesto inicial de 3000 pesos mexicanos (unos 200 euros) y una hora para trabajar, maximizar beneficios y diferenciarse. Al final debían presentarlo en 120 segundos delante de los demás.

Los resultados, la verdad, fueron sorprendentes. Quizás porque no conocían la tradición, porque no tenían la mente viciada de años y años, propusieron formas de actuar realmente innovadoras: desde cenas con rosas, pintura fluorescente, ventas previas, a domicilio, con disfraces o sin ellos, con cajas hechas de formas inverosímiles… La lista sería interminable, y la experiencia valió la pena.

Lo que pretendo con este artículo es intentar quitar manías. Por mucho que veamos que las cosas tienen una forma de hacer debemos dejarnos aconsejar por otros que no sepan nada de lo que estamos hablando. Es la gente con la mente sin vicios, sin prejuicios, la que nos puede dar nuevas visiones y ayudarnos a mejorar. Sant Jordi en México fue el mejor ejemplo.

Feliz Sant Jordi / Feliç Sant Jordi!

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Foto: Fundació Comtal