Liderar o mandar
Hay quien dice que el buen líder es el que consigue que las cosas salgan a través de un equipo sin usar el imperativo en ningún momento. Que convence, no da órdenes. Por otro lado, también está el que opina que un buen líder manda y da órdenes directas y pensadas, pero que también asume el fracaso cuando pasa.
La verdad, probablemente hay tantas definiciones como personas que piensen en este tema. Al fin y al cabo lo único que importa es ver si las cosas salen, y para que salgan, cuantos más ojos, manos y cerebros piensen y trabajen para el objetivo, más posibilidades hay que la cosa salga bien. Por lo tanto, tenga la actitud que tenga, un buen líder no debe olvidar nunca que cuanto más pequeño es su equipo, más importante es que él trabaje además que mande, que sea uno más.
Un jefe de un equipo donde no hay nadie más tiene que hacer todo el trabajo, mientras que un jefe de un equipo de 5 personas ve como su trabajo directo puede representar un 20% del total.
Quizás, precisamente, lo más importante es que sea como sea, un líder no se olvide nunca que el jefe antiguo del látigo ya ha desaparecido. Y baje a tirar del carro: