La mejor edad para emprender
Durante mucho tiempo he oído que emprender era cosa de jóvenes. No sé exactamente si lo dicen por la imagen del entrepeneur americanish, o simplemente porque no queda bien poner a un señor de 62 años en un garaje para que monte algún tinglado. Pero… la verdad es que si paramos a pensarlo, no tiene ningún sentido.
En primer lugar, pero, es totalmente cierto que cuando tienes 15 o 20 años el coste del fracaso es bajíssimo (fracasar no es nunca gratis, pero estaremos de acuerdo en que fracasar sin hijos, hipoteca, y pérdida de empleo es menos malo que con todo eso a cuestas). Es mucho más fácil aprender del fracaso con tiempo para reflexionar que con una urgencia máxima para dar el siguiente paso. Pero, por otro lado, emprender sin haber tenido un trabajo antes tiene sus desventajas, incluso más allá de la evidente falta de experiencia: Es mucho más difícil montar algo que nunca has visto que no algo que llevas viendo los últimos años, por ejemplo. Así que estamos empatados.
Resulta que hace dos semanas cumplimos 100 programas de Empenta (dissabtes 15-16h a LaXarxa, 91.0 FM Barcelona!!) y hemos entrevistado a unos 300 emprendedores, personas con ideas que, en muchos casos, todavía no han triunfado ni fracasado, y simplemente tienen una idea y piensan en tirarla adelante.
Y si buscamos una media de edad veremos que pasa de los 30.
La razón, o razones, hay que buscarlas en muchos lados. En primer lugar, la crisis. Reinventarse es necesario siempre, aunque a veces no tienes más remedio. Y «tal como está el patio«, muchas personas que han pasado por el programa se han tenido que reinventar y montar sus proyectos ante la falta de ofertas para empezar a trabajar de una forma más tradicional. Pero, por otro lado, también está el haber acumulado experiencia y querer transformarla en algo de lo que el emprendedor saque provecho directamente, y sin pasar por intermediarios.
Así, desde la señora que después de pasar por cargos públicos municipales se monta una empresa para ir a cocinar «a domicilio» por horas para fiestas y comidas familiares, hasta el señor que con 55 años monta Natura Bissé y triunfa, creando una marca de cremas para la piel que exporta a todo el mundo, hasta, evidentemente, el adolescente de 14 años que está creando su app para móviles (y que posiblemente acabará siendo inmensamente rico y nos da miedo hasta pensarlo).
En resúmen, creo que debemos romper de una vez por todas el hecho de que emprender (que es una actitud y no una profesión) o ser empresario (que es una profesión y no una actitud) no va asociado a ninguna edad, o amenazo con cientos de posts contando ideas en fuera de juego (por edad).