¡Con la cabeza fría!
El otro día miraba uno de los videos principales de la página de Emtech España. Era la bienvenida que Leon Sandler, director ejecutivo del centro de innovación tecnológica Deshpande del MIT, da a los asistentes al congreso para presentar su charla e invitarles a participar. Al igual que Leon he hecho algunos de estos vídeos y sé que tienen un punto más de marketing que de fondo de mensaje.
Pero al repasarlo me ha llamado la atención porque da un dato muy interesante y que sirve para entender España y su forma de trabajar: explica que en 10 años desde su departamento del MIT han convertido 28 tecnologías en startups. 28 en 10 años.
Analizando el dato en frío y haciendo trampas al solitario esto quiere decir que son 2,8 startups cada año. Entrando en la web de Deshpande podemos ir un poco más allá y se explica que estas 28 supone que un 30% de los proyectos internos que han iniciado se han convertido en compañías. Y aquí es donde quería llegar: ¿un 30% es mucho o es poco?
¿Y 2,8 proyectos al año? Si salimos a la calle y contamos estos datos creo que muchos hablarían de tirar el dinero. Para el MIT es un éxito, y para las empresas creadas también: han levantado unos 400 millones de dólares. Casi nada. Trabajo bien hecho.
La apuesta del MIT es un ejemplo de que probar, innovar y lanzarse es bueno. Y lo es si se hace con cabeza. Nos rodea la locura de emprender que empuja a la gente al precipicio. Hacer algo por hacer no lleva a ningún sitio. Si el MIT lo hiciera así el éxito sería del 1%. El trabajo de Sandler es, precisamente, seleccionar los proyectos y avanzar según su viabilidad.
Nosotros no tenemos siempre esta posibilidad, y debemos hacer que el filtro sea la utilidad. Si nos es útil nos podemos plantear tirarlo adelante. Pensar bien lo que haremos es el siguiente paso, pero el filtro lo debemos poner. El éxito será del 30%, porque no todo funciona, pero ya habremos avanzado.