4 trucos para generar ideas
Contenido de la publicación:
Hay algo que se repite una y otra vez cuando intentamos generar ideas nuevas: nos obstinamos en encontrar la piedra filosofal, en lugar de trabajar con muchas buenas ideas que podrían ir apareciendo en el camino. Desde este blog muchas veces he hablado de técnicas, métodos, formas de trabajar en equipo y tipos de liderazgo que pueden fomentar la innovación. Sin embargo, a veces, las cosas pueden ser mucho más simples.
Las ideas, como muchas otras cosas como la creatividad o la inspiración, no se pueden forzar, y nacen por cualquier motivo, en cualquier lugar y en el momento más insospechado. Y es por esta razón por lo que no las debemos intentar forzar. Lo que te propongo son cuatro simples pasos que te pueden ayudar a sacar el lado “eureka” que tienes dentro. Ahí vamos:
1. Recoge tantas ideas como puedas
Da igual como sean, si te parecen importantes o no, cruciales o anecdóticas. Lo importante es que las anotes, no tanto para recordarlas sino para procesarlas. Nuestro cerebro es muy listo y será capaz de relacionarlas, darles forma y hacer que se conviertan en algo realmente interesante cuando menos nos lo esperemos.
2. Deja que las ideas maduren en tu cabeza
No es necesario, y de hecho no se puede obligar a las viejas ideas a que se conecten en nuestra cabeza. Por otra parte, cuanto más tiempo se espere, más ideas entrarán en juego en esta interconexión de la que estamos hablando. Tiempo, paciencia…
3. Realiza actividades que salgan de tu rutina y te estimulen
. Usa el metro si normalmente vas en moto. Usa la moto si normalmente vas en metro. Haz paracaidismo o apúntate a un torneo de ajedrez en un parque. Lo importante es que busquemos la novedad, ya que simplemente con hacer algo nuevo todos nuestros sentidos estarán mucho más atentos al «despertar» de la rutina.
4. Dúchate (no es broma)
No digo que buscar ideas nos haga sudar y la ducha sea la solución «post-generación de ideas», si no todo lo contrario: durante una actividad relajante como la ducha, el cerebro también se relaja, dejando de pensar en lo urgente y empezando a conectar pensamientos e ideas.
Son unos pasos simples, pero seguro que notaremos la diferencia si los ponemos en práctica. Seguro que hay muchos más, pero lo que es importante es quedarse con un concepto fácil: forzar ideas no sirve de nada. ¡Dejemos que las ideas fluyan!